DEMASDEMASIADO PROGRE PARAm MACRI

“Así como la monarquía terminó con el feudalismo y la república terminó con la monarquía, la democracia popular terminará con la democracia liberal burguesa y sus distintas evoluciones democráticas de que hacen uso las plutocracias dominantes”
Juan Domingo Perón

"EL PERONISMO NO SE APRENDE NI SE PROCLAMA, SE COMPRENDE Y SE SIENTE"
EVITA


Una reflexión sobre la verdad, y la historia

Eduardo de la Serna


Cuando se emprende un trabajo de investigación, el primer paso consiste en obtener el mayor número de piezas posibles. Es posible que en la recolección haya piezas inútiles e innecesarias, pero eso lo sabremos después de emprender la etapa investigativa. También es posible que nos falten piezas, que deberemos buscar, aun mientras vamos investigando, y algunas probablemente no podamos obtenerlas, o lo harán otras personas u otros tiempos. Pero sería un error pensar en una suerte de rompecabezas en el que cada pieza tiene un sólo y único lugar, y donde, además, no hay sino una única posibilidad de armarlo. La vida, los textos, las personas, la historia, son ciertamente mucho más complejos.


Esto nos lleva a una primera pregunta por las piezas, a las que tampoco deberíamos entender fríamente como uniformes, inamovibles, intocables. Las piezas son, y esto es un dato, pero -además- generalmente son con otras piezas. Y ese conjunto, pequeño o grande, también son, pero tampoco son inamovibles, intocables y uniformes. Seguir pensándolas como un rompecabezas que debemos armar no hace sino deformar la parte, el conjunto y el todo. Las cosas se reciben al modo del recipiente, se afirmaba. Es verdad que ignorar piezas, consciente o inconscientemente puede llevar -según la importancia de las mismas- a que la investigación sea limitada, o directamente falsa. En ese sentido, quizás sea bueno notar que nos encontramos ante un diálogo entre el objeto y el sujeto, entre aquello que queremos investigar y nosotros. Si en este diálogo, no entendemos o no entendemos bien, puede ser que nos estén faltando piezas, puede ser que hayamos formulado la pregunta equivocada, puede ser que -como recipientes- no estemos preparados para recibir. O no sepamos. Es en este sentido que podemos afirmar que la verdad es diálogo. Entenderla como dato externo, frío (aunque resplandeciente) intocable, inamovible, integro, no lleva sino a autoritarismos y una peligrosidad que la historia confirma incuestionablemente. Decir que hay una verdad que está allí y sólo toca aceptarla, recibirla, reconocerla, admirarla es muy peligroso. Especialmente porque siempre hay quienes se constituyen en garantes de la verdad, sus dueños, o los oficiales. Es verdad que esto se presta a relativizar todo, pero también es verdad que otros han absolutizado dogmas, verdades o relatos. Precisamente por eso el planteo como diálogo puede contribuir a una mayor comprensión de la verdad, o de los datos o de la investigación. Pero diálogo en el que realmente se atienda seriamente, amablemente, afectivamente la otra mirada, y no se parta consciente o inconscientemente es que la otra parte no tiene nada que aportar. Hablar de una mirada oficial, además, pareciera no solamente negar la/s otra/s mirada/s sino que parece encerrarse en una suerte de muralla inexpugnable a la que no damos cabida ni entrada a los otros


* cuando se habla de que por un lado está la ciencia histórica y por el otro la epopeya y el mito, más allá de las reminiscencias a la civilización y la barbarie, no podemos sino pensar en el discurso único, que tanto daño causó en la historia. Evidentemente se niega a dialogar con quien no tiene la verdad (que casi siempre la tengo yo;


* cuando se habla de que "la verdad no se construye ni se llega por consenso. La verdad se recibe, se descubre" (arzobispo de Tucumán, en un discurso que pareciera más obsecuencia que reflexión) ignorando por lo menos lo que afirma Santo Tomás de Aquino que: Aomne quod recipitur in aliquo, recipitur in eo per modum recipientis (todo lo que se recibe, se recibe al modo del recipiente; Quaest. Disp., de Virtut., quaest. 2, sed contra) también rehuye todo diálogo. Quizás olvidando aquella frase que se ha atribuido -erróneamente- al mismo Tomás de Aquino: temo al hombre de un solo libro (Timeo hominem unius libri);
* recuerdo la disputa en torno al bicentenario -y su contraparte del centenario-. Recuerdo notas del diario que ha fijado la historia oficial y se erige como tribunal de doctrina, y ahora cuestiona el periodismo militante como si el tribunal no lo fuera, o la otra historia, que celebraba la visita de la Infanta [civilización] aunque eso costara cortar 2/3 del Himno nacional, y rechaza la visita de casi todos los presidentes latinoamericanos [barbarie], que contrasta los actos del Teatro Colón -aún con Fort- con los del Bicentenario -había pueblo-, que se niega y enfrenta que algunos elijan seguir buscando, juntando e interpretando piezas porque parece que para ellos la historia ya está;
* y una última reflexión: recopilar materiales y piezas nunca es aséptico. Se juntan, se leen y se interpretan para algo. Para caminar, para entender, para no repetir errores... De allí que los clásicos hablaban de la historia como maestra (maestra de vida, afirmaba M. T. Ciceron:  Historia vero testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vitae, nuntia vetustatis, de Oratore, L.II cap. 9, 36). Y la vida, tampoco es aséptica. La vida no tiene un sentido, algunos elegimos darle un sentido, otros eligen darle otro, algunos al elegirlo pueden ser felices, otros no, algunos experimentan plenitud al direccionar su vida en un sentido, otros en otro. Es la libertad, la conciencia, la que nos mueven a elegir una dirección, un sentido. Es cierto que en el diálogo, podemos encontrar nuevos, profundizar algunos, desandar otros, pero es precisamente en el diálogo, que bastante se diferencia del discurso único. Del libro único.
Me vienen a la memoria algunos elementos de la otra historia oficial:
* los judíos mataron a Dios. Afortunadamente hay nuevas lecturas, nuevas miradas, nuevos elementos, y un aprendizaje duro de la historia que nos han llevado a reconocer la falsedad de este dicho. Y sus consecuencias.
* los ferrocarriles, las lamparas a gas, la democracia y los puntos suspensivos son errores de la modernidad y atentan contra Dios... Afortunadamente esa historia oficial intraeclesial no fue escuchada y la vida siguió su curso.
* la historia leída en clave civilización o barbarie, ortodoxia y herejía, ciencia y mito marcan la verdadera linea del desarrollo y el progreso. Afortunadamente, la ciencia, la ortodoxia y la civilización se han ocupado en numerosos casos de desmentir ellas mismas esta idea intocable.
* muchas verdades incuestionables son hoy puestas en duda, o negadas, o relativizadas o sospechadas, como sobre la mujer, la ciencia, la naturaleza y sus leyes, la familia, la Biblia, la Iglesia, la ética, la historia... Bienvenidos sean esos planteos en la medida en que haya diálogo y sirvan para profundizar más y mejor nuestra vida y hacia dónde queremos caminar. La sensación que tengo, en muchos casos, es la de grupúsculos que han perdido poder, credibilidad, y palabra y quieren al menos conservar su interpretación de la vida y de la historia porque con la aparición de nuevas voces parecen sentir que también aquí están perdiendo.


Creo que si no estamos continuamente revisando la historia, si creemos tener todas las piezas ya sabiamente organizadas, pues nos espera un futuro muy triste. Y además, no nos quedará sino dirigirnos a dónde nosdirigen los dirigentes y no hacia donde queramos ir caminando en un proyecto de liberación, de justicia, de vida. Como pueblo. Haciendo historia.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo! Pero déjenme decir también, tanto se habla del diario LN, muchas veces invita a otros que den su opinión. Por ejemplo, en esto del instituto de revisionismo, han escrito unos varios en contra, es verdad, pero también ha escrito O'Donnel, para exponer sus argumentos,..eso le da mas seriedad, que a un diario en que solo escriban los de una visión. Y, de verdad, eso no pasa en los diarios oficialistas. Porque digo esto? porque mucho se despotrica aquí contra, LN, (ni idea Clarin. Solo leo La Nacion, Perfil y Pagina), pero Pagina y 678 son a veces peores.
    Por otro lado,..hubo un manifiesto importante de muchos historiadores que han investigado y tienen su derecho de piso (porque al fin y al cabo estamos hablando de ciencia social, no?), manifestándose en contra. Por qué esa voz no es valida? Si no les parece escuchar esa voz, a manera que dice este articulo (q por cierto me gustó mucho), por qué cuelgan este articulo?
    En mi opinión, el revisionismo es sano, y me parece muy bien que se haga. Ahora, creo que se tiene que proponer en el ámbito de las universidades. Y no se puede dejar afuera a la UBA. Los que están llevando adelante esto se jactan de que es un movimiento periférico a las mismas...pero entonces, nos estamos yendo afuera de las reglas de la ciencia, que este articulo evoca en su principio.
    Por otro lado, creo que es ingenuo hacerlo livianamente como si no hubiese peligro de abuso de autoridad, siendo el estado el que promociona esto con instituto propio. No hay que ser ingenuos de los peligros, por mas transformador que sea el modelo, de que no se transforme en doctrina, siendo q este gobierno a veces se caracterizo con tintes autoritarios.
    Bueno, esa es mi visión,..espero q la acepten como otra.
    Saludos

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  2. Ramón: voy a coincidir con vos en algunos aspectos y en otros no tanto. Yo también leo Página y La Nación (Clarín solo por obligación) y considero, no desde ahora, sino a lo largo de su historia a La Nación como un diario doctrinario, con na marcada tendencia qu no creo que oculte, al igual que Página, pero esos medios no son comparables con 678. En principio por no ser un medio gráfico sino un producto ideológico hecho para marcar las deficiencias de los medios opositores (tampoco lo oculta y de hecho se proclama como "resumen crítico de los medios") pero jamás se llamó independiente de su ideología, al contrario, y eso lo diferencia del resto, aún comparando peras con melones.
    También coincido en que no debemos ser ingénuos, pero no hay que confundir autoritarismo cuando en realida solo se ejerce autoridad, ganada en elecciones libres e insospechadas desde hace casi 9 años, cosa muy distinta. Te invito a que por favor revises tus conceptos y mires esos tintes con distintos cristales y verás que siempre existe el peligro de abuso de autoridad, como lo fue el Grupo A, la posición dominante en medios y la convicción de que quien marca la agenda son esos medios.
    Gracias por participar y dar tu opinión que valoro y acepto.

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