DEMASDEMASIADO PROGRE PARAm MACRI

“Así como la monarquía terminó con el feudalismo y la república terminó con la monarquía, la democracia popular terminará con la democracia liberal burguesa y sus distintas evoluciones democráticas de que hacen uso las plutocracias dominantes”
Juan Domingo Perón

"EL PERONISMO NO SE APRENDE NI SE PROCLAMA, SE COMPRENDE Y SE SIENTE"
EVITA


Condena histórica al golpismo como herramienta de la política



Por ANTONIO ANGEL CORIA

“la Historia dirá que las fuerzas armadas asesinaron a centenares de compatriotas. . . el juicio de la posteridad será implacable con los jefes y oficiales que consumaron el crimen . . . también lo será con aquellos que tuvieron la posibilidad de impedirlo y no lo hicieron . . . no crean que el 1º de mayo (DÍA EN QUE ASUMIRÍA COMO PRESIDENTE ARTURO FRONDIZI) haremos borrón y cuenta nueva. . . todavía nos quedan energías para exigir el juzgamiento de los fusiladores y el proceso a los culpables de la devastación argentina. . .”
(Agrupación Popular, Punta Alta, de documento del 21 de abril de 1958)


Aunque no hayan sido tratados en los juicios al genocidio reciente – quizás se los haya mencionado sin profundización y me refiero al bombardeo sobre Buenos Aires el 16 de junio de 1955; al golpe de estado del 16 de septiembre del mismo año; al bombardeo salvajemente despiadado sobre Río Colorado (Pcia. de Río Negro) en aquellos días; a los fusilamientos de junio de 1956; a los muertos inocentes de cada enfrentamiento entre golpistas; a los miles de muertos y desaparecidos entre 1966 y 1973 – sin dudas que este que acaba de cerrarse aquí, en Bahía Blanca, es ejemplarmente histórico. Encierra una inconmensurable enseñanza que ninguno podemos desaprovechar.

Prima facie se lo reconoce y reivindica con toda razón y derecho como el resarcimiento por el dolor de las víctimas, en un orden que permite hacer efectivo el famoso “nunca más” con que se clausuró el “juicio a las juntas”, en los albores de la recuperación democrática. Se hace así, Justicia.

Más no debemos quedar anclados tan sólo en este hito del presente. A quienes la Historia nos encontró durante casi seis décadas en lucha permanente por la vigencia del Estado de Derecho, válido sólo por la vigencia de las instituciones de la Constitución, la elaboración de este fallo como se desprende del alegato del Ministerio Público Federal,  colma expectativas. Y esto es así, en cuanto que, aún sin leerlo expresamente en términos que a nadie le dejen dudas, como nos interesa,  reivindica como herramienta para la construcción de la democracia lo que aquella establece.

En el contenido de la argumentación del alegato final de la Fiscalía Federal de Bahía Blanca y en la sentencia misma del H. Tribunal Oral Federal, apreciamos claramente sentado el fin de la impunidad con que los genocidas habían planificado ocultar sus tropelías por las que ahora pagarán con cárcel. Respecto de la condena y los condenados, el veredicto se recibe como el más importante de los conocidos hasta hoy en juicios de esta naturaleza. Son sus definiciones, en las que alguna vez fijamos esperanzas como acto de Justicia: unanimidad; lesa humanidad; genocidio; prisión perpetua; cárcel común; baja y destitución del ejército y baja de las fuerzas de seguridad de los condenados; investigación por hechos delictivos a directivos del diario La Nueva Provincia y a un clérigo de la diócesis bahiense. 

De otro lado, al haber sido señalado en el desarrollo del juicio que de ninguna manera han de ser gobernantes legítimos ni legítimo será lo que de ellos emane y surja como consecuencia de la violación de la voluntad popular que acaba de juzgarse, nos queda una lección de cultura ciudadana que la sociedad toda debe aplicar. Ciertamente, el golpismo cívico militar que instauró feroces tiranías – 1955; 1966; 1976 – del que hemos sido víctimas, testigos y resistentes, debe quedar condenado y desterrado como concepto para construir Democracia

Si bien no es para despreciar el sedimento totalitario que dejaron los jinetes del Apocalipsis, esta magistral enseñanza dada por el Tribunal Oral Federal que actuó en un espacio que se creía inexpugnable (muchos cómplices de asesinos y vendepatria rondan) debe incorporársela a nuestra estructura cultural, empezando con seriedad de estadistas desde la base, para el caso y a modo de simple ejemplo, la currícula de la educación en todos sus niveles. Ninguna política de estado nace de un repollo. Y nada se construye sólidamente sin raíces y cimientos adecuados. La Nación y su Pueblo no son sin sus instituciones estratégicas, como, al contrario, suelen pretender los que “planifican” con criterios de coyunturas.

Las generaciones presentes tenemos derecho al goce de lo que demanda una vida digna. Pero es nuestra obligación también proyectarnos en función de las que vendrán. De allí que al tomar este veredicto de condena al terrorismo de estado, lo encuadremos en la condena y castigo histórico al golpismo como herramienta de la política. Que hoy ese fallo esté circunscrito al caso de la tiranía desatada el 24 de marzo – que, para hablar con propiedad, no debemos nombrarla ni “proceso”, ni “dictadura”, eufemismos que la superestructura cómplice ha sabido incorporar a la cotidianeidad de nuestro lenguaje – no quiere decir “aquí terminó todo”. En todo caso nos hace depositarios a trabajadores, profesionales, académicos, empresarios, estudiantes, rurales o urbanos, civiles o militares, gobernados o gobernantes, de la inmensa responsabilidad de construir Democracia.
-          - ANTONIO CORIA <antonioacoria@yahoo.com.ar>,
- - Bahía Blanca, 13 de septiembre de 2012 - -

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