Así no vale: tantas leyes y anuncios seguidos atoran. Si todavía hay políticos opositores rumiando las últimas quejas sobre la ley de medios, y opositores con una lente de telescopio del Planetario buscando la fe de errata en una tilde ausente en el inciso no sé qué número sobre las señales de cable. Otros están aún desorientados lidiando con la ley que anula la acusación penal por calumnias e injurias; y hay aún legisladores discutiendo con el guionista de imagen cómo oponerse a la ley de Reforma política tratando de que el rechazo no luzca cavernario. Y encima de todo eso, de sopetón, aparece esta asignación universal de 180 pesos para los hijos de familias fuera del sistema. Por qué el Gobierno se adueña de un beneficio del que todos querían ser los autores. Hasta los violadores de niños. Los que los demonizan y quieren meterlos presos con babero. Por qué dejarlos celosos en la platea y sin subir al escenario. La oposición también había inscripto en Derechos de Autor esta idea. A qué tanto apuro. ¿El Gobierno no podía esperar a que los opositores se repusieran y recobraran del anuncio de la reforma política? ¿Dejarlos hacer tertulia en los cafés vecinos al Congreso, pedir una lágrima con biscuit, bostezar con el celular en la oreja? La oposición tiene otro ritmo. Tiene que consultar a los clérigos, a los rabinos, a los directivos de ADEPA, al grupo Clarín, a TN, a los grupos financieros privados, a Elisa Carrió, Gerardo Morales y de Narváez. A Mauricio Macri no, porque está todo el día ocupado con sus asesores de imagen para ver cómo logran que la evidencia de espionaje sea estratégicamente echada a un sumidero y los porteños sigan mirando las flores flamantes en los canteros. A Reutemann no hay que ir a consultarlo porque lo que diga a la mañana ya a la tarde no lo dijo. Y Cobos sigue acaramelado en el tiempo de la 125 y no se dio cuenta de todas las leyes que se fueron sucediendo. Tantos anuncios al hilo exigen mentes despiertas, reflejos rápidos. Así atorados a los opositores se les hace difícil presentarse en los medios asociados y quejarse y bramar llenos de sonido y de furia. ¿ Sobre qué tema discutir si te ponen un montón todos juntos? Entre llegar al piso del canal, pasar por la sala de maquillaje, saludar al director con el que hay que tener un conveniente vínculo , se va pasando el tiempo. Y no alcanza para salir a patear ley tras ley. Porque cuando se está rechazando la ley de antes de ayer todavía tibia, hay que empezar a patear la de hoy; y quién sabe qué otra ley les encaja esta presidenta cuando venga de Chile. A lo mejor decreta que aparte de la asignación universal por hijo se distribuya una asignación universal para que los pobres puedan costearse y terminar la universidad y seguir un posgrado en La Sorbona. Paren la máquina. Así no vale. Para peor para los opositores opuestos in extremis los fondos para la asignación universal se pagan con aquel ingreso que las AFJP manipulaban para si mismas. Pensar que ellos rechazaron la ley y ahora se hacen los generosos. El Gobierno éste no para la velocidad ni en los feriados. Así no vale.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 30 de Octubre de 2009 en Radio del Plata.
http://orlandobarone.blogspot.com/
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