Recordar hoy a Mugica, a casi 37 años de su asesinato, el 11 de Mayo de 1974, el fusilamiento para ser más preciso, no es más que el reconocimiento a un tipo que dio la vida por sus ideales, sean estos espirituales o terrenales.
Sus palabras hablan por si solas:
Sus palabras hablan por si solas:
- “La Iglesia es a la vez santa y prostituta. Pero aún con todas sus deficiencias, sigue siendo madre. Y aunque la madre de uno sea una puta, uno igual la quiere inmensamente”
- “El pueblo no está haciendo la lucha armada. Cuando lo haga será correcta, pero antes no”
- “Puedo morir por mis ideas, pero no matar por ellas”
- “Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia, luchando junto a los pobres por su Liberación. Si el Señor me concede el privilegio, que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición."
- “No tengo miedo de morir. De lo único que tengo miedo es que el arzobispo me eche de la Iglesia”
- Le gustaba repetir la frase del sacerdote francés, el abate Pierre: “Antes de hablarle de Dios a una persona que no tiene techo es mejor conseguirle un techo”
Oración:
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor: yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor: perdóname por decirles “no sólo de pan vive el hombre” y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz.
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor: yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor: perdóname por decirles “no sólo de pan vive el hombre” y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz.
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