El compañero Juan Alberto de Santa Fé nos mandó el artículo que sigue, y a los necios que escribimos este blog nos pareció prudente postearlo, incluso en su imprudencia.
Entre Lucifer y Bergoglio, mi voto no es positivo para Bergoglio
Con una Iglesia como la católica…
¿Quién necesita desearte que te vayas al infierno?
El cancerbero, es Bergoglio, Macho!
Increíble, pero cierto.
El episcopado solicitó una audiencia con la presidenta de la nación, difundiendo un comunicado en el que aclara que:"urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente" y piden "una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes".
La histórica hipocresía de la iglesia en Argentina, es dable a destacar; y ni compararla con otras, incluso, de nuestra indo America. Porque cualquier otra de la Patria Grande , tuvo gestos muy distintos ante la crueldad de golpes militares, luchas intestinas y del hambre del pueblo.
Hoy que Bergoglio y sus secuaces intenten devolver con hipocresía y desafiando la inteligencia de un cuadro intelectual y político como Cristina Fernández –nuestra presidente- parece un acto casi cómico.
Porque estos tipejos, tan crueles, mafiosos, ruines y criminales como lo fueron sus apreciables aliados de las dictaduras Argentina del 56 en adelante, no pueden ni mencionar las palabras pacificación, renuncia, piedad o perdón.
Sus antecesores voltearon a Perón y se callaron con los asesinatos de la Revolución Matadora.
El, fue cómplice del golpe del 76 – o nos olvidamos lo que hizo con los sacerdotes de su congregación jesuita, padres Orlando Yorio y Francisco Jalics- y ahora, sin tapujos sigue bancando como religioso a Von Wernich, enviado de Dios, que asistía y metía picanas a los presos de la dictadura. Muchos de ellos, hoy desaparecidos.
Este tipo, este personaje asqueroso y cruel, es quien hace el llamado de que los dirigentes políticos argentinos, tengan una actitud de grandeza.
¿Cuándo le mandó el Pastor para la extremaunción al ex presidente, él la tuvo?
¿Cuándo los militares, vejaban, mataban, torturaban, robaban, violaban… Él adonde estaba?
Pero eso no es nada.
El desafío más asqueroso y ruin, es darle identidad al traidor y mediocre de Cobos. Como si Cobos - ahora cabeza de la oposición, pero cobrando la cuotita de integrante del ejecutivo- no fuera el vicepresidente, es decir, el segundo de la presidente, que es quien debe definir políticas, formas y dar las órdenes. Eso sí, esperando que no estuviera el presidente de la Cámara de Diputados, total, ese ni corta, ni pincha.
Eso, significa ahondar las diferencias y poner claramente sobre la mesa, que el miserable de Bergoglio, dice: “Yo le doy identidad parecida a la suya, Sra. Presidenta, porque Cobos es la punta de lanza que tenemos para masacrarla”.
Pero, los miserables, fachos-periodistas porteños, que deben tocarse la bragueta para saber adonde tienen el culo, creen o tratan de dar como certero, que es un gesto de buena voluntad.
Los miserables no se enteraron, parece, que Bergoglio, sería quién habría entregado llave en mano, a los pibes a la que figura como dueña de Clarín.
¿Con esta iglesia, hace falta que te manden al infierno?
Juan Alberto Guttlein
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