DEMASDEMASIADO PROGRE PARAm MACRI

“Así como la monarquía terminó con el feudalismo y la república terminó con la monarquía, la democracia popular terminará con la democracia liberal burguesa y sus distintas evoluciones democráticas de que hacen uso las plutocracias dominantes”
Juan Domingo Perón

"EL PERONISMO NO SE APRENDE NI SE PROCLAMA, SE COMPRENDE Y SE SIENTE"
EVITA


El censo no muerde, ni miente, ni mata

Por Orlando Barone
Se está colando por todas partes la idea de que una parte de la sociedad se resiste al Censo; de que hay miedo a que el Indec- responsable de la tarea- usufructúe torcidamente los datos de familia, y también hay miedo a dejar entrar a la casa a un extraño. Hay cotorreos gráficos y audiovisuales que, simulando neutralidad informativa, deslizan la saña del miedo como si ellos no lo alentaran. Ya corren por la red encuestas intencionadas que preguntan a los usuarios si tienen miedo, instándolos a tenerlo; y se derraman cadenas de mensajes arengando a recibir al censista sólo en la vereda y con custodia. Últimamente consorcistas de propiedad horizontal, vecinos unidos en el delirio, usinas de desconfianza mediáticas o blogueras advierten del peligro de abrirle la puerta a un señor o señorita por más credencial que muestre. Cada acción oficial y gubernamental es motivo de sospecha activando en la oposición glándulas de negación y de condena. Esta clase de prejuicios, especulaciones y absurdos conspiran contra un censo nacional que sólo se propone la clásica actualización de nuestra identidad poblacional, geográfica, social y económica. A medida que la fecha se acerque más abundará el miedismo censistoide. Ya deberían ir produciéndose una mayoría de reacciones sensatas. Para que a través de comunicadores, de políticos, de ciudadanos nada más que cuerdos, empujen al resumidero a esos desechos de fantasías del miedo y a tantas supuestas maquinaciones del Censo. Mientras tanto se insiste en propagar estrafalarias y cobardes suspicacias acerca de que el falso censador, al entrar al departamento, súbitamente saque un revólver y cometa un estropicio. Cuesta entender este nuevo acto de intolerancia psíquica y de instigación ridícula. Aunque pusieran a censar a monaguillos o a monjas de clausura, los miedosos del miedo tratarán de frustrar o ensuciar el censo. Ese día tragedistas cebados, al acecho, andarán buscando entre los millones de censados algún hecho casual; algún incidente que sirva para cargarlo de dramatismo y de escándalo. Si al día siguiente ocurre un crimen pasional en una casa, el culpable será el censista con arito que, al censar, miró a la mujer del dueño, o la censista coqueta que llevaba minifalda. Se pretende diseñar un colectivo social tan asustadizo hacia un deber ciudadano que solo falta que también al votar lo asusten acerca del peligro de entrar al cuarto oscuro. El censo es un padrón, un registro serio. La tontería y la necedad no se censan.


Carta abierta leída por Orlando Barone el 7 de Octubre de 2o10 en Radio del Plata.

3 comentarios:

  1. Me hacés reir Barone. Vivís en una nube de pedos, intelectuales los pedos, eso si, que te nubla la mente y la vista. Caminá por el conurbano y después hablamos.

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  2. Ariel: No se si Barone vive o no en una nube de pedos, pero vos, no se por donde caminás y no entiendo que tiene que ver con el CENSO, que es de lo que se está hablando.

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  3. Lo que pasa es que esta fobia es típica de tilingos Halloweeneros que ven caminar por sus barrios a censistas pensando que son cualquier cosa.

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