Más allá del desprecio -bien ganado- que buena parte del electorado  de Buenos Aires se merece, basta recorrer el interior o salir al  exterior para enterarse de las "vivezas" que terminan en teléfonos que  se cuelgan cuando uno quiere alquilar un departamento y dice que es  argentino...
 Pero, no podemos olvidarnos ni por un momento, que gran parte de esa fama es atribuida a ese ser tan particular que es "el porteño" (incluso fuera del país). 
 ¿Nos olvidamos de lo que fue la 125? Y de los boludos con cacerola  por todos lados que sonaban al son de editoriales de Grondona y Morales  Solá. Y de los que ponían en su 4x4 "todos somos el campo".  Lo que es peor, los que ponían los mismos carteles en los 504 o Renault 9.
 Después de la tormenta pareció aclarar la democracia y vino la Ley  de Medios, la AUH, los festejos del Bicentenario, la recuperación  económica después del parate de la crisis. Y todos lloramos a Néstor, o  no todos... algunos pedían medir el cajón...
 Bueno, la cuestión es que una serie de aciertos y errores no  forzados del rival nos hizo creer lo increíble: que el monopolio  mediático -que incumple la Ley de Medios y sigue a su aire amparado en  Jueces corruptos- ya no "formaba opinión" -como le gustaba decir a  Grondona- ni podía "fijar la agenda".
 Sin caer en reduccionismos extremos, lo del domingo demuestra que  subestimamos al adversario. Que muy a mi pesar sigue ahí acechando a la  democracia.  Porque no jodamos, la 125 fue un golpe mediático y lo del  domingo tiene rasgos bastante parecidos (y no es esto una gorileada de  no aceptar el resultado de la urnas ni un exabrupto a lo Fito Paéz que  sólo sirve para darle pasto a las fieras).
 El collage de tapas  con el caso Schocklender días y días, viajar en taxi y escuchar en  Radio 10 y las implicancias del gobierno en el caso Schocklender,  recibir  cientos de miles llamadas diciendo que votar a Filmus es votar a  Schocklender, las cadenas de mails, los mensajes de texto, es mucho.
 Lo de Schocklender el monopolio lo sabía desde hace meses. Pero  esperaron a instalarlo para que hasta un idiota como Maurizio pudiera en  sus balbuceos sólo mencionar el caso para evitar hablar de otra cosa,  como su gestión, o no gestión, o lo que sea con tantas asignaturas  pendientes (por no habar de sus propas asignaturas pendientes con la  justicia, con la razón, con el sentido común).   
 Así como con la 125 esperaron el primer síntoma de repercusión  local de la crisis global, instalaron a Schocklender para que del otro  lado quedaran los globos y la alegría.
 Ahora uno se da cuenta que la decisión de los Hijos de Noble  formaron parte de esta estrategia al colocarse como víctimas, no de su  madrastra, sino de los defensores de los Derechos Humanos como  Schocklender. Y jugado por jugado -y vaya uno a saber con qué carta en  la manga también- golpearon la puerta del juzgado con la camisa  arremangada, "cansandos de tanta persecusión del gobierno..."
 Está claro, los medios no votan. Pero no nos olvidemos que hasta no  hace mucho se jactaban de que unas pocas tapas voletaban un  gobierno.... 
Gracias Gustavo 

`Buenìsimo Daniel el anàlisis. Genial lo del 504 y el Renault 9 y aunque coincido con lo de darle pasto a las ferias, mandè un mail a mis hijos donde le pedì que con permiso de Fito Paez, le pusieran ALBERTO LUIS RODRIGUEZ, y la colacaran en mi despedida de èste mundo en el cajòn, como un verdadero resumen de lo que siempre pensè de la
ResponderEliminarputìsima clase media porteña, a la que por otra parte pertenezco por indicadores socioeconòmicos, pero jamàs por pensamiento. Esos que leen Gente, Caras, se informan por La Naciòn y Clarìn y TN y ven y se rìen con Su Gimenez, o el pelotudo de Del Sel.Lo de todo somos el campo lo vivì Yo en Caballito donde màs de un boludo en Josè Marìa Moreno y Rivadavia vivaba èsa frase y de la tierra lo ùnico que conocìan era la que tenìan en la maceta del balcòn de su departamento.Un abrazo y sigamos con Jauretche releyendo "EL MEDIO PELO DE LA SOCIEDAD ARGENTINA" .