DEMASDEMASIADO PROGRE PARAm MACRI

“Así como la monarquía terminó con el feudalismo y la república terminó con la monarquía, la democracia popular terminará con la democracia liberal burguesa y sus distintas evoluciones democráticas de que hacen uso las plutocracias dominantes”
Juan Domingo Perón

"EL PERONISMO NO SE APRENDE NI SE PROCLAMA, SE COMPRENDE Y SE SIENTE"
EVITA



Harto sabido es que los precios aumentan SIEMPRE. Ahora, la distancia o la frecuencia con que lo hacen, varían según las épocas.
 
Harto sabido es también que a nadie nos gusta pagar más caro cada vez.  Sobre todo, cuando la situación del cada vez se hace más frecuente.
 
Harto sabido es también que a nadie nos gusta pagar impuestos. Si podemos hacernos los osos, mejor! Ahora, guay que nos haga falta algo como ciudadanos, gritamos inmediatamente, sin dudar, que EL ESTADO NO HACE NADA!!! E intimamos QUE EL ESTADO SE HAGA CARGO!!!
 
Harto sabido es también que, si pudiéramos tener lo máximo con el mínimo esfuerzo, sería lo que nos corresponde por el sólo hecho de existir.
 
Pero no todo lo establecido en el inconciente colectivo es tan así.  Ni el puro sacrificio a cambio de la recompensa, y ante la falta de sacrificio, la culpa “tan católica”, ni, el derecho a todo, por el derecho mismo. Ni todos los blancos, son buenos, ni todos los negros son malos. Ni todos los blancos son ricos, ni todos los negros son pobres. Ni todos los grises son mediocres.
Voy a entrar pues a hablar de matices…

Retomo mi primera frase: “Harto sabido es que los precios aumentan SIEMPRE. Ahora, la distancia o la frecuencia con que lo hacen, varían según las épocas”.

Nací en un era inflacionaria, pero para mi agrado, puedo afirmar que del siglo pasado.
 
Sin elección, excepto la de querer ir al colegio con mi hermana porque la extrañaba, fui desde mis 2 años y medio a la única escuela a la que asistí hasta egresar en el secundario como Técnica en Administración de Empresas (con un título intermedio en tercer año de Secretaria Comercial al que deseché para terminar los 6 años de cursada).
Ya en esa época aprendí acerca de la Inflación.
Por esas cosas de la vida, tuve mi primer trabajo contable, en el verano vacacional entre 5to y 6to año, y ya para mediados del sexto, tuve mi primer trabajo contable formal y duradero por más de cuatro años.
Allí, con ritmo, y sin pausa, viví la Inflación diariamente, incluso, sin dejarla los fines de semana.
 
Cual escriba, registraba los avatares comerciales de esa empresa, merced a la economía reinante, sin poder distraerme ante los gases emanados por los respectivos ministros de economía y sus adláteres, ya que ante cualquier movimiento, vacación o depresión, yo debía ajustar los números escritos en lápiz-papel de 3 columnas, para reflejar la supuesta realidad.
No contentos con eso, a alguien se le ocurrió reflejar la Variación Patrimonial Proporcional, e inventó la RT5 y RT6, lo cual me obligaba a mi a cerrar cada vez un Balance “Histórico” y en simultáneo, otro Balance “Ajustado por Inflación”.
 
Entre ese secundario finalizado, y la inauguración que me tocó asistir del CBC´85, llego a lo que sería mi primer año de carrera en la Facultad de Ciencias Económicas, con un desgaste inflacionario que me permitía dormir en las clases de Economía y Contabilidad, y me permitía jugar con la consabida frase “Debe Haber, Pero NO HAY”.
 
Ni que hablar de la bibliografía, toda muy interesante, pero obligada (no hay nada peor que leer obligado), y entre esa bibliografía, que me relajaba, porque era clara como el agua para mí, porque era lo que yo ya venía haciendo hacía unos años, estaba el libro de Santiago Lazzati “Contabilidad e Inflación”, escrito muy claramente para acercar al concepto a aquellos que no habían tenido la posibilidad como yo de aplicarlo.
 
Pero no quiero hablar de mi cual ombligo que vocifera, simplemente, lo que quiero contar hasta aquí es que, ya sea por estar en la teoría, o por estar en la realidad, la conciencia que nos incrustaban en aquella época era que La Inflación, era tan innata y tan natural como cagar, y para ser más finos, como el hábito de lavarse los dientes.
Ni que hablar de pagar esos precios con Inflación. Siempre, y el cada vez de todos los días, era insufrible.
 
Pero lo que más me interesa resaltar de todo esto que relato es la cotidianeidad con el ajuste, tanto de precios como de bolsillo.
Puedo recordar los ajustes de precios entre una Pro-Forma (que era como un compromiso de compra al exterior que implicaba por parte de la parte vendedora el envío de la mercadería hasta nuestro puerto) y la Compra reflejada propiamente dicha (es decir el retiro de la mercadería de nuestro puerto argentino).
 
Y entre esos 60/90 días (tenías que ser previsor con el pedido), el precio de venta de los productos variaba entre el doble y el cuádruple dentro de ese período.
 
Y existía también la trampita de la Zona Franca en Uruguay para distraer la cuestión impositiva, que también más luego, yo escriba, tenía que tener la habilidad de dibujar.
 
Quiero aclarar que hablo en tiempo pasado, y que probablemente muchas de estas cuestiones existan aún, pero, como luego la vida me llevó por otros lares, no puedo ni tengo tiempo ahora para certificarlo.
 
Lo cierto es que escribí en pesos moneda nacional, en pesos, en australes, en Bonex (incluso invertí en los redituables Bonex84) y viví el desagio,  el ajuste por inflación, y todos los ceros que nos morfamos tan indigestos que todavía estamos tratando de digerir!.
 
Quiero aclarar que mi mirada no es la de una experta en economía y finanzas, simplemente soy una ignorante más pero que, estuvo en contacto con harina, agua, aceite, sal, y un poco de levadura también, sin saber que estaba haciendo pan.
Adolescente, ignorante, apasionada, anarca, laburante y estudiante argentina.

Para no aburrir me salto el desarrollo de

harto 2 “Harto sabido es también que a nadie nos gusta pagar más caro cada vez.  Sobre todo, cuando la situación del cada vez se hace más frecuente.”

 y el harto 3 “Harto sabido es también que a nadie nos gusta pagar impuestos. Si podemos hacernos los osos, mejor! Ahora, guay que nos haga falta algo como ciudadanos, gritamos inmediatamente, sin dudar, que EL ESTADO NO HACE NADA!!! E intimamos QUE EL ESTADO SE HAGA CARGO!!!”

y concluyo con lo que en definitiva quería decir.

Afirmo que los precios aumentan siempre, pero, puedo afirmar también que no lo hacen siempre por la misma razón.

Habiendo nacido a la vida social como dije con Inflación, me atrevo a afirmar 25 años después que esto no es Inflación. Al menos no la Inflación especulativa que yo conocí.

Puedo afirmar que hay aumento de precios, y me encantaría saber porqué ya no puedo comprar por ejemplo el desodorante DOVE en barra que hace 2 años pagaba $9.- y ahora me quieren cobrar $21.-, Para mi en este caso es fácil decidir, pues compro a bolilla que es más barato y su precio no subió en esa proporción. 

También puedo contar acerca de una chalina, que la fría tarde que me interceptó en el centro hizo que me comprara, no sin antes averiguar primero precio en la casa especialista en chalinas que ha invadido con locales nuestra ciudad, dónde costaba $69.-.  Fácil, caminé unos metros hacia la esquina, y compré para mi gusto, una de mejor calidad, a $29.-, en el mismo barrio, y en la misma cuadra!

Lo mismo me pasa con todas las compras, desde un  tomate hasta un calzón.

Ahora me pregunto, si busco precio, y lo encuentro, ¿Qué estará pasando?.  Estará latente en la memoria el temor que producía aquella época Inflacionaria y esto hace que no podamos evitar la especulación de los formadores de precios, ávidos de ganancias siempre, si o si, sin importarle su exceso, que produce carencia en el otro…
Me sembra que sí.

No es momento para que esta bruta que vengo a ser yo me ponga a hablar de lo macroeconómico, sobre todo, porque como nunca antes en la historia que me tocó vivir, está tan escandalosamente a la vista.

Lo que me preocupa, es que también, el afán triunfalista de los para mi ignorantes opositores del gobierno nacional o lo que es peor aún, de los malvados opositores, más grandes en edad que yo, que no pueden negar haber vivido esa época o incluso, haber sido gestores y promotores inflacionarios, escandalosamente abusan del término Inflación para su propio beneficio electoral, tratándonos a todos como burros o cómo mínimo desmemoriados.

Esa Inflación que yo conocí, y la cual no añoro, era especulación financiera pura, vaciamiento económico en todos los órdenes.

Esa especulación financiera no dejó de existir en el mundo, miremos un poquito nomás, USA, Grecia, Italia, Francia, España, etc.

Pero a ver si podemos hacer el ejercicio honesto de mirar a nuestro país, a nuestra Argentina, ya sea desde nuestro egoísta ombligo, hasta cabecear para mirar al de al lado.

¿Podríamos poner las manos en el fuego sin temor a quemarnos y afirmar que hoy en día no hay reactivación económica?

¿Podríamos afirmar que todos los actos de inauguración de fábricas e industria a los que asiste nuestra Presidenta o no, son solamente una puesta en escena y que esas empresas no existen, y esos trabajadores tampoco?

Y tantas otras obras que no es necesario que yo enumere, pues podés acceder a la información mínimamente si navegás un poco.

¿Nos atreveríamos a repetir como pelotudos que esto pasa por el viento de cola?
Dios no lo quiera!!! Sino nos estaríamos hundiendo más profundo que la autodenominada y apadrinada “Primer Potencia Mundial”!

Cuando ese señor que usufructúa la portación de apellido y el parecido de cara, imposta  su voz, y utiliza para su campaña actores contratados para que le respondan a la voz de nuestro Ministro de Economía “Que me pregunte a mí”, siento irremediablemente ganas de vomitar!  Él, precisamente él, debe tener un mínimo conocimiento de lo que es la Inflación y de lo que está pasando en el Mundo. Y digo que debe tener el mínimo conocimiento simplemente por haber tenido el orto de nacer de una persona que fue Presidente de la Nación en aquellas épocas, y porque encima, pretende ser ahora el Presidente.  No puede ignorar tanto!

Los precios aumentan, los cartoneros existen, los desempleados también.  Pero la distorsión que este señor hace, realmente demuestra mala entraña.

Ni que hablar del resto de la oposición, a los cuales  tampoco disculpo, porque se les conoce bien la hilacha.

Estamos pagando cada vez precios más caros, últimamente, más frecuentemente.  Esto es real, y el INDEC me chupa un huevo, yo no ando con la tablita en el bolsillo cuando voy a comprar, pago más caro y punto. Pero puedo afirmar por lo que les conté, con chalina incluída, que existe la especulación.  Y que es nuestra responsabilidad también no permitir que esto pase.

Sacudámonos las pulgas como hacen los perros, y quitémonos de una vez el fantasma de aquella Inflación Infesta, y dejémonos nosotros también de especular.

Hay Aumento de Precios, pero la Industria está produciendo, es decir, hay Consumo y hay Respaldo Productivo para el Consumo, ergo, No Hay Inflación, a mi modesto modo de entender, simplemente se está cumpliendo la vieja ley de la oferta y la demanda, con algunos cuantos especuladores financieros aún actuando.

Sería hora de que los inefables medios de comunicación sirvan también para enseñarnos a entender la diferencia entre lo Económico y lo Financiero.

Y que mandemos de una vez por todas a cagar a lo financiero, y que podamos vivir como corresponde!

Texto afanado del blog http://tequieromuchopoquitonadadenada.blogspot.com/
con el correspondiente aviso a su autora Gabriela Martínez Campos.

* Dibujo de Horacio Fontova

1 comentario:

  1. No se si se puede entrar, pero con probar no se pierde nada.

    Escribi un Parte Medico para los gorilas. Acá les dejo el link por si alguno lo quiere leer, yo me reí escribiéndolo, no se si será gracioso para terceros jeje.

    http://www.facebook.com/notes/ramiro-casal/formulario-%C3%BAnico-de-parte-m%C3%A9dico/110545339047424

    Un abrazo! Ramiro (de Mapu Ekun)

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