DEMASDEMASIADO PROGRE PARAm MACRI

“Así como la monarquía terminó con el feudalismo y la república terminó con la monarquía, la democracia popular terminará con la democracia liberal burguesa y sus distintas evoluciones democráticas de que hacen uso las plutocracias dominantes”
Juan Domingo Perón

"EL PERONISMO NO SE APRENDE NI SE PROCLAMA, SE COMPRENDE Y SE SIENTE"
EVITA


¡El periodismo, es una mierda!

No lo creo y no lo acepto si lo dijo. 


Pero, como aquí es un hecho en el cual no hay testimonio grabado y se debe llegar a la supuesta verdad por medio de conclusiones que avalen la situación en base a las personas, descreo de la acusadora y tengo mis motivos. Y son varios, entre ellos, porque conozco muy bien la trayectoria de quién acusa y del acusado por la frase.


“Da lo mismo que sea cura, rey de basto, cara dura o polizón”, decía Discepolo. Y  a esta altura, creo que tenía razón.


Los pasados suelen dejar pautas de comportamientos, y ellas, marcan la credibilidad de cada persona a la hora de hacer balances para reconocer algún atisbo de verdad, cuando se hace necesario -que uno- recurra a la carga de fianza que pueda tener uno u otro.


No existen dudas de la calidad profesional, intelectual y de desprendimiento social de Víctor Hugo Morales, sin embargo, lo de la Sra. Magdalena Ruiz Guiñazu, no solo están en dudas, si no, que más de una vez su honorabilidad profesional fue cuestionada por su clara relación con la familia Martínez de Hoz y su defensa a ultranza de Clarín, incluso, cuando los famosos despidos de 117 trabajadores. En ese entonces, se despachó con una frase más que sospechosa de defender la precariedad de los empleados, por el contrario, subrayó tajante y molesta como si fuera la gerente de Clarín: “Con el tema de los despidos de Clarín me tomé el trabajo de ver los legajos de los despedidos y estos estaban bien hechos por la empresa”. Es decir, la señora concluyó que 117 empleados fueron echados por tomar acciones gremiales y estaba bien. De la Ley y los derechos que se vayan a...


En el caso del Sr. Víctor Hugo Morales, lo conozco circunstancialmente desde aquella formación de Sport 80, me fue presentado por Néstor Ibarra. Y aunque nunca fui un oyente cautivo de la audición y de las transmisiones, las palabras de Ibarra y su reconocimiento como persona y profesional a Morales, eran para entusiasmar a cualquier periodista del interior. Reconociendo en él a una nueva corriente de periodistas con palabra autorizada y de respeto por la profesión.


Su trayectoria es intachable, al tal punto que hasta en la mesa de café -lugar peligroso para la lengua y las diatribas- su persona es tratada con el máximo respeto y se lo admira por su tratamiento pulcro y respetuoso al oyente. 


Por lo tanto, dudo de la frase lanzada en la desesperada defensa militante clarinista, creo tan bien pautada por la radio, como bien cumplida por la ladina periodista.


No es casual lo ocurrido, todos sabíamos, que podía ser una cama “la juntada” del agua y el aceite, haciéndolos centros de la situación, y no, los que secundarían al entrevistado. No creo que se lo haya planteado Víctor Hugo, por su inclinación a creer en la profesión y en quienes la ejercen. Ha quedado claro -en más de una ocasión- su tendencia a confiar más de lo debido. Por otra parte, supuestamente había una buena relación entre el grupo de Continental, por lo menos hacia fuera.


Sin embargo, ocurrió y pagó las consecuencias. Sumó otra decepción, un nuevo dolor interno y –tal vez- haya comenzado el atormentador camino del descreimiento. Cosa que lamento mucho, porque prefiero mil veces al hombre idealista y soñador cuasi inocentón, que el que pueda devenir al desandar el camino más cruel para el ser humano: Tener que andar con las cananas listas y el revolver amartillado, como en el Lejano Oeste.


Esa frase no es de Morales, no porque yo lo diga, si no, porque su inmenso respeto a la audiencia lo habría avergonzado y se hubiera pasado la semana pidiendo disculpas. 


Y por qué me refiero a esto y no a las acusaciones de recibir dádivas del gobierno?
Porque estoy seguro, que a Morales le dolió más que lo traten de mal educado, que de militante. Porque, para él, ser militante de ideales, forma parte de su vida, tal lo hizo y hace con el deporte. En cambio, creo imaginar su cara ardiendo cuando se tiró esa frase en la mesa.


Simplemente por eso, me sentí responsable de decir lo que escribí con mucha angustia y porque otra vergonzosa actitud mediocre quiso manchar a la persona, al hombre, al padre, a un capaz y honesto periodista. 
Ni más, ni menos, que por eso.

Juan Alberto Gutlein
Alemán 56

2 comentarios:

  1. A medida que transcurre el tiempo y se suceden las canalladas, agachadas y el desparpajo abusando de la buena fe -- ya que no deberíamos tildar de ingenuo a quien va de frente con honestidad y no espera que lo ataquen por la retaguardia -- más me convenzo de que hay que dejar de lado la caballerosidad cuando el proceder de una mujer no la amerita.

    Ha llegado la hora de que varios esperpentos vernáculos SE JUBILEN. Esta anciana parlanchina ya superó los 76 años, y al igual que la Sra. Chuky y su esposo el bañero, de 65 y 70 respectivamente, deberían urgentemente PASAR A CUARTELES DE INVIERNO y así contribuir a la purificación de la atmósfera ciudadana.

    Saludos
    Tilo, 70 años

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  2. Tilo: estás atentando contra vos mismo. No es una cuestión de edad, sino de actitud. O acaso, Fernando Iglesias no se tendría que retirar, o Adrián Pérez y son tipos jóvenes, pero están ñac.

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