A Cristina no la alcanzan ni con un palo de diez metros, por eso ahora los operadores se dedican a chicanear a Scioli, alertar sobre ambiciones de Dominguez, Boudou, Mariotto y Ranzadazzo, ya que hablar de oposición no mide.
Uno que se cree un vivo bárbaro, habla de cogobernabilidad cuando apenas puede gobernar su provincia (que caradura), hace planteos de sentarse a discutir políticas ensayadas una y otra vez contra el espejo, pero creo que debería ensayar unos años más, si es que le da el cuero.
Entonces que hacemos con este país que se bambolea entre ser ejemplo en el mundo y el peor desastre institucional entre sus contemporáneos habitantes pilosos.
Calma. Tranqulidad. La fuerza el trabajo, como reza es slogan de campaña, alcanzará para llegar a buen puerto.
Mientras tanto, aquellos que tuvimos la suerte de atravesar el año sin mayores problemas, preparemos unas buenas vacaciones, programemos el futuro en base a muchas certezas que nunca tuvimos. Reventemos las rutas con autos nuevos y usados records de ventas en la historia. Colmemos los puntos del país más insólitos de turistas gustosos de gastar su dinero pero no nos olvidemos de aquellos que aún no lo consiguieron, esa y solo esa, debe ser nuestra meta, nuestro compromiso, llegar hasta donde aún no llegamos. Cumplir con el mandato de que "Todos y Todas" tengan acceso al bienestar general. Solo con esa idea, estaremos haciendo honor a quien fuera artífice de gran parte de este momento y que ahora nos mira atentos con un ojo mientras enfoca inexorablemente el otro, en quien fuera su compañera y luz de su vida, como ahora es la nuestra.
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