DEMASDEMASIADO PROGRE PARAm MACRI

“Así como la monarquía terminó con el feudalismo y la república terminó con la monarquía, la democracia popular terminará con la democracia liberal burguesa y sus distintas evoluciones democráticas de que hacen uso las plutocracias dominantes”
Juan Domingo Perón

"EL PERONISMO NO SE APRENDE NI SE PROCLAMA, SE COMPRENDE Y SE SIENTE"
EVITA


Menem y los indignados con los indignados:

Hay algo curioso que sucede entre España y Argentina. Nos parecemos bastante. Algo que se pone de manifiesto particularmente en los momentos de crisis, ya sea por las alternativas que se plantean para afrontarlas como por la forma en que buena parte de ambas sociedades buscan disimularlas, poner lo que huele mal abajo de la alfombra.
Pero hay más. Yo diría que hasta nos parecemos en los comportamientos que a menudo adoptan ambas clases medias, y en el conformismo que tienen para entregarse mansamente a los monopolios mediáticos para sentirse parte de la cosmovisión que ellos construyen. 
Digo esto porque, está bien, es cierto que el electorado argentino expresó su independencia al votar en las PASO sin hacer caso a las cuentas que hacía Bonelli "si tenemos un rating del 50% eso equivale al 50% en las elecciones". La ecuación no les dio. Pero después de tantos pasos en falso de la corporación mediática, tantas mentiras comprobadas, tantos intentos desestabilizadores, hasta el insólito boicot a un censo, uno se pregunta ¿por qué siguen siendo Clarín y La Nación los diarios más vendidos por escándalo? ¿y por qué está TN puesto en todos lados? Ni que hablar de Radio 10 y Mitre. Indudablemente reflejarán lo que un amplio espectro espera ver.
Estas preguntas me surgían cuando leía El País de España. Sucede algo parecido en cuanto a la cantidad de ejemplares, con la diferencia que allí no hay un equivalente a Página 12. Los demás diarios están a la derecha.
Pero El País es un buen indicador para seguir el humor de la clase media española (o la parte de ella que se cree "progre"). Y allí empiezo a ver las coincidencias con nuestras miserias.
Los indignados fueron un movimiento simpático cuando se parecía al "que se vayan todos" y la gente se movilizaba sin otra idea que la de expresar descontento por ajustes, recortes, etc.
El problema para los medios empezó a ser cuando de esos indignados surgen ideas. Y surje de sus protestas una puesta en cuestión del status quo que va más allá de la situación coyuntural actual. Quiero decir, de los indignados, o de una parte de ellos, surgió un cuestionamiento que traspasó lo tolerable que fue al fondo de la cuestión, cuando puso sobre el tapete cuán democrática ha sido la transición después del franquismo que generó una democracia bipartidista con rasgos poco democráticos? O bien, ¿aquellos pro hombres que condujeron el país después de Franco y gestaron esta democracia con funcionarios franquistas y socialistas que les garantizaron eterna impunidad (devenidos en PP y PSOE) y desde hace más 2 décadas ocupan todos los espacios políticos, son incuestionables?  ¿No había otra forma de salir de una dictadura?
Las preguntas retumban y me hacen acordar al pacto de Alfonsín con Rico y las argumentaciones de Alfonsín diciendo que a Rico "lo quería adentro del sistema y no afuera".
El País se siente muy cómoda con el bipartidismo PP-PSOE, y reivindica aquella transición y la salida democrática. Atrás hay un pasado que aterra mirar y complicidades interminables que Baltazar Garzón apenas si pudo empezar a ver. 
La gente común, la clase media española fue formateada por los medio por estos último 30 años de tal manera que uno puede tener un diálogo con una persona medianamente formada y recibir el siguiente comentario: "pobres ustedes los latinoamericanos, cuántas dictaduras han tenido que sufrir". Cuando uno responde "¿y ustedes?", el español se sorprende y sólo admite que en España hubo una guerra y allí se acabó todo. Increíble pero real, no asumen que tuvieron una dictadura de 40 años (para ser justos algunos sí pero ha de ser los menos, yo me refiero a un esteretipo de clase media que no quiere problemas con el pasado). Hace poco la Real Academia de Historia publicó un Diccionario Biográfico presentado como "la" Historia de España y allí la voz de Franco ocupa gran espacio y en ningún momento dice que fuera un dictador. En todo caso vino después de una guerra a poner orden.
La transición y Felipe González acordaron un pequeño espacio para la alternancia socialista con los herederos de un régimen totalitario. De allí derivó el bipartidismo PP-PSOE.
Cuando la protesta de los indignados va a fondo se pregunta si esa puede en verdad considerarse una salida democrática, para qué tener un rey, por qué no investigar las fosas comunes y los más de 150.000 asesinados por Franco.
Y allí aparece El País protegiendo esa transición, el Pacto de la Moncloa, la democracia después de Franco, la honorabilidad de socialistas y PP. Y aparece la indignación con los indignados. Se indignan con los que expresan su indignación por asomar a la política cuestionándose el relato de la historia reciente que les metieron en la cabeza. Es una nueva generación, son jóvenes que después de mucho tiempo plantean inquietudes con la historia y la política. Aquí hay una relación con Argentina (aunque la explosión que generó el kirchnerismo fue mucho mayor, claro está). Pero lo notable y este es otro punto de contacto, es la relación de los medios, especialmente con El País, trantando como imberbes a los jóvenes que se interesan por la política y la historia (algo parecido a "las juventudes hitlerianas" que Grondona en las movilizaciones kirchneristas).
Pero hay más. Esa clase media española tiene un dejo de familia venida a menos que quiere conservar su estatus. Entonces nada le podrá sacar de la cabeza que los pobres latinoamericanos van de mal en peor. Para esos lectores están las columnas de Vargas Llosa, o también las amplias páginas dedicadas a terribles tragedias en Argentina (el caso Candela -ocupó mucho mas espacio que una marcha de unos 30.000 indignados-, o el choque del tren con el colectivo). Aunque además, aparecen las páginas de política: por ejemplo ayer una página entera fue dedicada al sobreseimiento de Menem por la justicia argentina. Tras describirlo como un personaje siniestro y el más corrupto que haya conocido la historia de nuestro país, su libertad es noticia debido a que El País le adjundica a esa hecho a una trama turbia de relaciones de Menem con el kircherismo.   

Después de todo, para El País estamos en latinoamérica, donde todos los presidentes van de mal en peor, y somos los que sufrimos las dictaduras.....

Desde España Gustavo.  Gracias 

4 comentarios:

  1. Epeeeeeeeeeeeetacular este artículo del Cro. Gustavo. Felicidades Daniel por este corresponsal. Vuelvo de todos modos a hacer mi reserva sobre gran parte de los "indignados", me parece que son más del PRO o del PO, de la antipolítica, que de nuestra juventad kirchnerista. Militancio R.

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  2. Coincido con vos Militancio, pero Gustavo hace la salvedad que son los "Progres".

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  3. Resaltaría algunas diferencias entre Argentina y España(con todo el respeto que me merecen, aplaudo su tardío avistaje de la impunidad, indignados¡al fin!)...Los españoles esperaron a que se muera "Papá Franco" y a que el rey les de el Ok. para lograr esta pseudodemocracia. Los argentos peleamos, perdimos muchos cumpas, bancamos una guerra con el imperio,Tenemos a las Madres y a las Abuelas, pusimos a los asesinos en cana, etc. etc.
    Deberíamos recordar que hasta no hace mucho,una de las arterias principales de Madrid se llamaba "Del generalísimo"
    Festejo que la vieja colonia se "indigne" al fin
    Horacio Barisani.

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  4. Lamentablemente por los españoles, ellos no van a legar tan lejos en su lucha por la memoria, la justicia, la verdad como lo hizo la Argentina. Ahí son distintos. Ellos ya perdieron esa batalla cultural y la crisis actual es en buena medida consecuencia de eso. Los indignados son un grupo minoritario en la sociedad. Lo que es igual que en la Argentia es la reacción de los medios concentrados para evitar mirar al pasado. Y también los medios usan a Argentina como contraejemplo, no sea cosa que los indignados se vuelvan una opción política y traten de hacer lo que hizo Argentina en Derechos Humanos y en decir no al ALCA y en redistribuir la riqueza.

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